Como esos secretos que todos tenemos que simplemente son tan nuestros y nunca van a ser descubiertos por alguien más.
Cada uno tiene su vida y su camino, pero nadie se salva de seguir esa línea que todos los humanos vamos a seguir.
Esa que se basa en vivir en comodidad y querer siempre más y más, porque cuando llenamos una espectativa tenemos otra, y es como esa sed insaciable que nos caracteriza.
Porque nos hemos vuelto tan materialistas y soberbios que ni siquiera nos detenemos a echar un vistazo al suelo que pisamos o al cielo que nos cubre.
Porque somos merecedores de todo, porque creemos que lo somos.
Pero la verdad es que somos sumisos, tan inclinados a la amistad, tan dispuestos a obedecer y poco a pensar.
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