No se cómo empezar este escrito.
Tampoco se si solo lo encabece la tristeza o si se me escape un poquillo de enojo, resentimiento o decepción.
Pero se que se me ha caído ya la venda de los ojos y la he dejado tirada en el suelo.. aún no la uso como lazo para atarme el cabello y verme más guapa o cómo limpia heridas suspurantes... la he dejado allí.. contigo.
Caminaba por nuestro departamento pequeñito y no sabes lo sola que me sentía, no se en que momento dejo de ser acogedor, realmente no se que dejo de serlo primero... si tus brazos o este lugar.
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